lunes, 29 de diciembre de 2008

JUCECA



Julio César Castro, también conocido como Juceca (Montevideo-1928- 2003) fue un humorista narrador actor y dramaturgo uruguayo. Comenzó su labor humorística en 1959 libretando programas radiales para actores de la Comedia Nacional montevideana. En 1962 crearía el personaje Don Verídico con el cual editaría varios libros de cuentos, de usualmente no más de dos páginas cada uno, de un humor muy particular. Éstos cuentos fueron publicados usualmente en revistas y periódicos uruguayos y argentinos tales como el semanario Marcha, la revista Misia Dura, la revista literaria argentina Crisis, dirigida por Eduardo Galeano y la uruguaya Guambia.
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Luis Landriscina, humorista argentino, no sólo le puso voz al personaje de Don Verídico, sino también rostro, ya que lo llevó tanto a la radio como a la televisión.

"Me pasaron un libro de Don Verídico. Lo leí y me gustó mucho su humor. Entonces tratamos de ponernos en contacto con él. Pero Juceca en ese momento se había ido probar suerte en Buenos Aires. Teníamos los papeles cambiados. Así que tuve encontrarlo allá”
"El recién se había instalado, y yo lo fui a ver a su apartamento. La verdad es que tenía todo pelado, sólo tenía un cajón donde había puesto la máquina de escribir y nada más. Entonces, como intuí que la estaba pasando mal, le dije que a mí me gustaría hacerle un adelanto del contrato. Y él me dijo ‘ah bueno, eso se lo agradecería mucho’. Era un tipo de una gran dignidad", recuerda el argentino.
"Yo siempre digo que es un escritor hecho libretista, porque el esencialmente era un escritor, además con una voz propia. Si él hubiera nacido en Francia sería considerado un surrealista”
"Más allá del humor, si se sabe leer entre líneas, todos los personajes de Juceca tenían un profundo sentido de la solidaridad","Esas son cosas que le agregan mucho a su humor y el que las percibe las disfruta y bueno y el que no las percibe, bueno, se quedará solamente con el humor. Pero incluso el respeto que tenía para sus personajes como con La Duvija, esa mujer que tomaba vino en el boliche El Resorte, que nunca la presentaba borracha y a la que nunca ningún hombre le faltó el respeto. Son cosas importantes, que a mi me gustaba mucho de él”

Fragmentos de una entrevista a Landriscina - El Pais Digital - 28 de octubre de 2003


Video : escena de “Viaje hacia el mar”
En el campo cinematográfico Julio César Castro fue partícipe del largometraje "El viaje al Mar" de Guillermo Casanova, basado en el cuento homónimo de Juan José Morosoli Allí Juceca cumplió la doble función de co-guionista y actor en el personaje Siete y Tres Diez.

O Analista de Bagé


Certas cidades não conseguem se livrar da reputação injusta que, por alguma razão, possuem. Algumas das pessoas mais sensíveis e menos grossas que eu conheço vem de Bagé, assim como algumas das menos afetadas são de Pelotas. Mas não adianta. Estas histórias do psicanalista de Bagé são provavelmente apócrifas (como diria o próprio analista de Bagé, história apócrifa é mentira bem educada) mas, pensando bem, ele não poderia vir de outro lugar.


Pues, diz que o divã no consultório do analista de Bagé é forrado com um pelego. Ele recebe os pacientes de bombacha e pé no chão.

— Buenas. Vá entrando e se abanque, índio velho.

— O senhor quer que eu deite logo no divã?

— Bom, se o amigo quiser dançar uma marca, antes, esteja a gosto. Mas eu prefiro ver o vivente estendido e charlando que nem china da fronteira, pra não perder tempo nem dinheiro.

— Certo, certo. Eu...

— Aceita um mate?

— Um quê? Ah, não. Obrigado.

— Pos desembucha.

— Antes, eu queria saber. O senhor é freudiano?

— Sou e sustento. Mais ortodoxo que reclame de xarope.

— Certo. Bem. Acho que o meu problema é com a minha mãe

— Outro.

— Outro?

— Complexo de Édipo. Dá mais que pereba em moleque.

— E o senhor acha...

— Eu acho uma pôca vergonha.

— Mas...

— Vai te metê na zona e deixa a velha em paz, tchê!


Luis Fernando Verissimo.

domingo, 28 de diciembre de 2008

LA BOMBILLA



- Hombre que supo ser asunto serio pa estrañar, aura que dice, el Perfidio Bobeto.
De mañana, un suponer, ya se pasaba las horas mal, porque estrañaba el catre.
De noche no se dormía porque estrañaba no estar parau.
A la mujer la estrañaba cada vuelta que la veía, y si no la veía la andaba estrañando una tremendidá. En una oportunidá, bandeando un arroyo crecido, porque si no lo bandeaba estrañaba, fue y va y se pierde mate y bombilla que siempre llevaba en el bolsillo de la bombacha, porque si no lo llevaba estrañaba.
Cuando llegó a las casas y lo vió la mujer y le priegunta... al verlo triste fue que le prieguntó la mujer:
- Se podrá saber - le dijo - que es lo que anda estrañando mi gaucho ?
Perfidio Bobeto la miró, y de mientras que se escurría el pañuelo sin sacarselo de cogote, pa no estrañarlo, le dijo que la correntada le habóa llevado mate y bombilla y que diba a ir hasta el boliche El Resorte pa ver de comprar. Cayó al boliche con la mujer, los perros, tres gatos, los chanchos y una lechera que tenía: overa la lechera, linda vaca.
Tomando unos vinitos estaban los de siempre: Nitrato Sorna, Calibre Mata y Domitilo Nones.
Al verlo, va el tape Olmedo y le pregunta a Perfidio Bobeto:
- anda por vender los animalitos, don Perfidio ?
- No señor - dijo Perfidio - es que si los dejo en las casas los estraño una barbaridá y no me hallo.
Más bien - dijo - estoy intencionau de comprar mate y bombilla, porque me los llevó la correntada.- Eso le pasa por cebar con mucha agua.
- No sea pavo, quiere ?
- En el boliche no había mate pa la venta, y Perfidio Bobeto quedó tristón, sentado en una bolsa de maiz, mirándose la mano, estrañando no tener el mate puesto.
La rueda quedó en silencio y lo único que se escuchaba era el vino gorgoteando al pasar pr los gargueros.
La gente cavilaba en buscarle un arreglo al problema de Perfidio. Todos preocupados.
Todos menos la Duvija, porque a ella, hombre triste que caía en el boliche con mujer propia no le cuadraba. Por ahí va el pardo Santiago y se ofrece.
Le puso una mano en el hombro al Perfidio y le dijo:
- si uste me aguanta un momento que termine este litrito e' vino, yo me voy en un galope hasta mi rancho y via tener el gusto de rigalarle mate y bombilla.
Un lujo de mate y no se aflija.
El pardo salió, montó, galopió, y volvió, con mate y bombilla en una bolsita.Pa festejar destaparon una damajuana, y dentraron a matiar con vino.
La bombilla era un poco mas fina que la que Perfidio había sabido tener y perdido en el arroyo.
La estrañaba. Acostumbrado a tener que abrir más la boca pa chupar, la fina le bailaba.
Pa que se la tragara en una chupada, se la ataron con una piola a la pata de una mesa.


Julio César Castro


http://www.mundomatero.com


Imagen: contratapa del libro "Más cuentos de Don Verídico"

-Julio César Castro

1982-Ediciones Neográficas.S.A.





jueves, 18 de diciembre de 2008

MATE VERÍDICO

Climático Vitrolo supo ser confianzudo hasta demás.
Un hombre, Climático, que usté un suponer lo invitaba a tomar asiento y él se le acostaba en el catre y pedía que le armaran el cigarro porque al estar horizontal -decía-,le caía el polvillo del tabaco en los ojos.
- Pa evitarle el polvillo al tabaco, lo mejor es la hoja de la morera en el paquete.
- Un hombre Climático, tan confianzudo, que si usté un suponer lo invitaba con un mate, él tomaba y se guardaba la bombilla en el bolsillo del chaleco.
Después le asomaba como si fuera una birome.
- Si la usa con los agujeritos para arriba, la bombilla le luce como micrófono y es la envidia en donde caiga.
- Un hombre, Climático, que si usté un suponer le presentaba a su señora mujer, esposa propia y documentada, él se la pedía prestada por un par de días con la palabra de honor de devolver en perfectas condiciones, y puesta en la puerta de su casa sin cargo.


Hasta que se casó con Peripecia Vistita, y a ella se le antojó tener ropero porque Climático carecía. Había sido siempre hombre de colgar en clavo, en la paré, y lo más parecido a ropero que había tenido era fiambrera de tejido fino para colgar a ventilar las alpargatas y evitar la mosca.

Como no era hombre de ropero, climático fue hasta el boliche El Resorte y allí después de aburrir con algunos comentarios sobre política, acaparó la atención

con la cuestión del ropero.¿Carece?, le preguntaron, y el hombre, avergonzado, pero con tono de disculpa dijo:-“Me dejé estar”

Fue la Duvija la que opinó que para dejarse estar conviene más el catre, porque el ropero es más para dejar la guitarra, un suponer, o para esconderse en casos de suma peligrosidá, dijo la Duvija.
Per
o el que se le acercó fue el tape Olmedo, mamau por unanimidá, y lo miró a las vistas y fue y le dijo, le dice:
- Un hombre sin ropero, es como una discordancia sin fundamento.
Hubo un silencio que por lo largo fue como dos silencios.
Al rostro de Climático se le apreció un aumento en el color de la vergüenza. Era la primera vez que le apreciaban algo, y en el fondo le gustó.

La cosa fue que después de destapar una damajuana de tinto se resolvió salir a buscar ropero, y fueron catorce en un carro y entraron a un rancho, sin golpear manos ni nada, y cargaron ropero y le llevaron ropero a Climático para que conformara el capricho de su mujer, que para eso están los amigos y los boliches, dijo alguien en un rincón.
Para la medianoche se lo pusieron en la pieza a la mujer dormida, y se volvieron a festejar al Resorte, y cuando Climático regresó, con el sol bajo pero allí, entró al rancho y vio salir a un vecino del ropero.
Hubo que hacer mucho trámite, para convencer a Climático de que el vecino ya venía desde antes en el bendito ropero. Entre mate y prosa, el otro arregló para mantenerles el jardín y la huertita por el tabaco y la yerba. Resultó buena gente el hombre.

"Por el tabaco y la yerba"-

Cuentos de Don Verídico

Julio César Castro (Juceca)



lunes, 15 de diciembre de 2008

EL LENGUAJE DEL MATE

Mate lavado

Es el mate agotado, desabrido, insípido, con la yerba gastada y que ya no hace espuma. En Entre Ríos también se le suele llamar "ojo de buey", "ojo de Ñandú", o "lágrima". Significa cansancio del cebador, con relación al tomador que nunca se acuerda de dar las "gracias". Por eso cuando el mate comienza a lavarse el matero debe darse cuenta de que el cebador se está cansando, y dar las "gracias". Pero si el primer mate que se da a quien acaba de llegar está lavado significa aversión o enemistad; y son típicos del mate lavado los palitos que flotan en la boca del mate, de ahí la copla de Edmundo Montagne:

Como a náufrago de amor

me los cebás lavaditos...

¡Juro que no me has de ver

agarrao a los palitos!

Esta copla salteña se refiere al mate chulla, como llaman al mate lavado:

Cuando el pobre llega a tiempo

y los mates van cruzando,

dan al pobre un mate chulla,

con los palitos nadando.

Y en Buenos Aires:

Como nunca lo tomé,

no sé si será verdá;

dicen qu'el mate lavao

representa enemistá.


http://ar.geocities.com/jucazam/fogon/mate/lenguaje/lavado.html



RAFAEL AMOR

“El señor que habla con inocultable acento porteño hace 25 años que vive en España, en donde desarrolló pacientemente su carrera musical recorriendo pueblo por pueblo la geografía hispana y editando, casi siempre de propio esfuerzo, 12 discos. Ha regresado un par de veces y se ha tenido que ir también. Así y todo no se da por vencido ni mucho menos. Rafael Amor habla con pasión de su vida y de su ideología, sin prejuicios. Se proclama marxista, cantante político y militante revolucionario. "No tengo vergüenza en decir que soy un cantante político que recorre el mundo con un mensaje", subraya. Con esta postura recorrió el continente americano también. Será por eso, y por otras tantas cosas enumeradas en la entrevista con Página/12, que su canción más famosa en todo el continente americano y en España se llama "No me llames extranjero", una especie de himno para el emigrante. En estos días el motivo de su vuelta es el lanzamiento de un nuevo disco, el primero que graba en Argentina desde 1972, titulado Batemusas, que será presentado esta noche en la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional”.

(Por Esteban Pintos)



Fragmento de una entrevista a Rafael Amor publicada en Página /12 el 18 de abril de 1998

En el disco “Batemusas” está la canción “El mate lavao”

http://www.pagina12.com.ar/1998/98-04/98-04-18/pag27.htm

jueves, 11 de diciembre de 2008

sábado, 6 de diciembre de 2008

EL MATE DE LAS CINCO Y MEDIA

El centro de la imagen serán los malvones, pero hay también glicinas, verano, mate a las cinco y media, la máquina de coser, zapatillas y lentas conversaciones sobre enfermedades y disgustos familiares, de golpe un pollo dejando su firma entre dos sillas o el gato atrás de una paloma que le sobra canchera. Todo eso huele a ropa tendida, a almidón azulado y a lejía, huele a jubilación, a factura surtida o tortas fritas, casi siempre a radio vecina con tangos y los avisos del Geniol, del aceite Cocinero que es de todos el primero, y a chicos pateando la pelota de trapo en el baldío del fondo, el Beto metió el gol de sobrepique.
Tan convencional todo, tan dicho que Lucas de puro pudor busca otras salidas, a la mitad del recuerdo decide acordarse de cómo a esa hora se encerraba a leer a Homero y Dickson Carr en su cuartito para no escuchar de nuevo la operación de apéndice de la tía Pepa con todos los detalles luctuosos y la representación en vivo de las horribles náuseas de la anestesia, o la historia de la hipoteca de la calle Bulnes en la que el tío Alejandro de iba hundiendo de mate en mate hasta la apoteosis de los suspiros colectivos y todo va de mal en peor, Josefina, aquí hace falta un gobierno fuerte, carajo. Por suerte Flora ahí para mostrar la foto de Clark Gable en el rotograbado de La Prensa y rememurmurar los momentos estelares de Lo que el viento se llevó.A veces la abuela se acordaba de Francesca Bertini y el tío Alejandro de Bárbara La Marr que era la mar de bárbara, vos y la vampiresas, ah los hombres, Lucas comprende que no hay nada que hacer, que ya está de nuevo en el patio, que la tarjeta postal sigue clavada para siempre al borde del espejo del tiempo, pintada a mano con su franja de palomitas, con su leve borde negro"

Julio Cortázar
"Un tal Lucas"-Patiotismo



jueves, 4 de diciembre de 2008

ERA LINDO MATEAR EN EL PATIO



"De Lanús casi no me acuerdo, se me borra todo. Un vestido a cuadritos, sí, ahora veo, y el zaguán de Don Furcio, y también las mateadas. Cómo me tenían en esa casa, los pibes se juntaban a mirarme por la reja, y ella siempre pegando algún recorte de Crítica o de Última Hora en el álbum que había empezado, o me mostraba las fotos del Gráfico. ¿Vos nunca te viste en foto? Te hace impresión la primera vez, vos pensás pero ése soy yo, con esa cara. Después te das cuenta que la foto es linda, casi siempre sos vos que estás fajando, o al final con el brazo levantado. Yo venía con mi Graham Paige, imaginate, me empilchaba para ir a verla, y el barrio se alborotaba. Era lindo matear en el patio, y todos me preguntaban qué sé yo cuánta cosa. Yo a veces no podía creer que era cierto, de noche antes de dormirme me decía que estaba soñando. Cuando le compré el terreno a la vieja, qué barullo que hacían todos. El trompa era el único que se quedaba tranquilo. "Hacés bien, pibe", decía, y dale al tabaco."


Julio Cortázar

Torito


jueves, 27 de noviembre de 2008

MATE BORGEANO


He tomado mucho mate cuando era joven. Tomar mate, para mi, era la forma de sentirme criollo viejo. Me lo cebaba yo mismo y creo que lo hacía muy mal porque siempre había flotando unos palitos sospechosos. Tenía dos mates, uno común, y otro de los que se llaman galleta. Y ahora, caramba, he perdido el hábito. "

"En el Cairo uno entra en una tienda y le ofrecen, inmediatamente, café, vino, frutas... Luego le dicen: 'Bienvenido a Egipto'. Después cuando uno pregunta el precio de algo, con toda cortesía le advierten. '¡No, señor! ¡Es un regalo!' Pero se sobreentiende que esto es una convención y que no es un regalo que se deba aceptar. En seguida viene el regateo, que puede durar media hora o tres cuartos de hora. Uno ofrece cinco y ellos piden veinticinco y todo eso para que, finalmente, el precio quede en diez. Y es una maravilla porque si uno no compra nada, igual son muy corteses. "
"Ellos no han descubierto el mate, pero igual han encontrado una manera, casi más simpática, de perder el tiempo. "

Fragmento extraído del libro "Borges, sus días y su tiempo" de María E.Vázquez. ©1984 Javier Vergara Editor


lunes, 17 de noviembre de 2008

Los Gauchos

Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas.

Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizos de la sangre del hombre rojo, fueron sus enemigos.

Muchos no habrán oído jamás la palabra gaucho, o la habrán oído como una injuria.
Aprendieron los caminos de las estrellas, los hábitos del aire y del pájaro, las profecías de las nubes del Sur y de la luna con un cerco.

Fueron pastores de la hacienda brava, firmes en el caballo del desierto que habían domado esa mañana, enlazadores, marcadores, troperos, capataces, hombres de la partida policial, alguna vez matreros; alguno, el escuchado, fue el payador.

Cantaba sin premura, porque el alba tarda en clarear, y no alzaba la voz.

Había peones tigreros; amparado en el poncho el brazo izquierdo, el derecho sumía el cuchillo en el vientre del animal, abalanzado y alto.

El diálogo pausado, el mate y el naipe fueron las formas de su tiempo.

A diferencia de otros campesinos, eran capaces de ironía.

Eran sufridos, castos y pobres. La hospitalidad fue su fiesta.

Alguna noche los perdió el pendenciero alcohol de los sábados.

Morían y mataban con inocencia.

No eran devotos, fuera de alguna oscura superstición, pero la dura vida les enseño el culto del coraje.

Hombres de la ciudad les fabricaron un dialecto y una poesía de metáforas rústicas.
Ciertamente no fueron aventureros, pero un arreo los llevaba muy lejos y más lejos las guerras.

No dieron a la historia un sólo caudillo. Fueron hombres de López, de Ramírez, de Artigas, de Quiroga, de Bustos, de Pedro Campbell, de Rosas, de Urquiza, de aquel Ricardo López Jordán que hizo matar a Urquiza, de Peñaloza y de Saravia.

No murieron por esa cosa abstracta, la patria, sino por un patrón casual, una ira o por la invitación de un peligro.

Su ceniza está perdida en remotas regiones del continente, en repúblicas de cuya historia nada supieron, en campos de batalla, hoy famosos.

Hilario Ascasubi los vio cantando y combatiendo.

Vivieron su destino como en un sueño, sin saber quienes eran o qué eran.

Tal vez lo mismo nos ocurre a nosotros.

Jorge Luis Borges

sábado, 15 de noviembre de 2008

MATE EN UNA FONDA


"Quienes han comentado, y son muchos, la historia de Tadeo Isidoro, destacan el influjo de la llanura sobre su formación, pero gauchos idénticos a él nacieron y murieron en las selváticas riberas del Paraná y en las cuchillas orientales. Vivió, eso sí, en un mundo de barbarie monótona. Cuando, en 1874, murió de una viruela negra, no había visto jamás una montaña ni un pico de gas ni un molino. Tampoco una ciudad. En 1849, fue a Buenos Aires con una tropa del establecimiento de Francisco Xavier Acevedo; los troperos entraron en la ciudad para vaciar el cinto: Cruz, receloso, no salió de una fonda en el vecindario de los corrales. Pasó ahí muchos días, taciturno, durmiendo en la tierra, mateando, levantándose al alba y recogiéndose a la oración. Comprendió (más allá de las palabras y aun del entendimiento) que nada tenía que ver con él la ciudad."


Jorge Luis Borges

Biografía de Tadeo Isidoro Cruz

El cuento se puede leer en:

http://www4.loscuentos.net/cuentos/other/3/10/97/

viernes, 14 de noviembre de 2008

MATE EN LA ESQUINA ROSADA

"El hombre a nuestros pies se moría. Yo pensé que no le había temblado el pulso al que lo arregló. El hombre, sin embargo, era duro. Cuando golpeó, la Julia había estao cebando unos mates y el mate dio la vuelta redonda y volvío a mi mano, antes que falleciera. "Tápenme la cara", dijo despacio, cuando no pudo más. Sólo le quedaba el orgullo y no iba a consentir que le curiosearan los visajes de la agonía. Alguien le puso encima el chambergo negro, que era de copa altísima. Se murió abajo del chambergo, sin queja. Cuando el pecho acostado dejó de subir y bajar, se animaron a descubrirlo. Tenía ese aire fatigado de los difuntos; era de los hombres de más coraje que hubo en aquel entonces, dende la Batería hasta el Sur; en cuanto lo supe muerto y sin habla, le perdí el odio.
­Para morir no se precisa más que estar vivo ­dijo una del montón, y otra, pensativa también:
­Tanta soberbia el hombre, y no sirve más que pa juntar moscas".


Jorge Luis Borges.

Hombre de la esquina rosada


"Figari, pinta la memoria argentina. Digo argentina y esa designación no es un olvido anexionista del Uruguay, sino una irreprochable mención del Río de la Plata que, a diferencia del metafórico de la muerte, conoce dos orillas: tan argentina la una como la otra, tan preferidas por mi esperanza las dos".

JLB


domingo, 9 de noviembre de 2008

MI VIEJO MATE GALLETA


Mi viejo mate galleta,
que pena me dio perderte,
que mano troncho tu suerte.
Tal vez la mano del tiempo,
si hasta crei que eras eterno,
nunca imaginé tu muerte.
En tu pancita verdosa
cuantos paisajes miré,
cuantos versos hilvané
mientras gozaba tu amargo.
Cuantas veces te hice largo
y vos sabías porque.
Cuando la yerba escasiaba
por falta de patacones
nunca pediste razones,
pero me diste consejos:
chupa pero hacete viejo
sin llegar a los talones.
Y en esos negros inviernos
cuando la escarcha blanquiaba,
tu cuerpito calentaba
mis manos con su calor,
pa' que el amigo cantor
se prendiera la guitarra.

Y ai' nomas se hacia la farra,
vos y yo en un mano a mano,
Mate y guitarra en el claro,
mate y guitarra en la sombra,
en leguas a la redonda
no hubo jaguel orejano.
Ah! Compañero y hermano,
que destino más sotreta,
nunca le di a la limeta,
en vos encontré la calma,
en este adiós pongo el alma,
mi viejo mate galleta.

José Larralde
argentino

miércoles, 5 de noviembre de 2008

MATE ,"VICIO DIABÓLICO"


….El consumo de yerba mate cobra tal significación y es tan poco europeo que en 1610, recién llegados los jesuitas al Paraguay, su uso es denunciado por el Provincial Diego de Torres al Tribunal del Santo Oficio de Lima, diciendo que “parece vicio de poca consideración”, pero en realidad “es una superstición diabólica que acarrea muchos daños”. Torres indirectamente nos señala la profundidad de estos lazos culturales y apunta implicancias en el plano ideológico que claramente van más allá del simple consumo de la infusión verde. Así nos indica la imposibilidad de abandonar su consumo. “ Casi todos los que usan deste vicio, dicen en confesión y fuera de ella que ven que es vicio pero que ellos verdaderamente no se pueden enmendar” y , aún más como la gente llega al extremo de preferir el consumo del mate a asistir a misa, concluyendo con “el escándalo con que los españoles y sacerdotes dan con este vicio(la yerba mate).solo digo que ellos y los indios se hacen holgazanes y perezosos y van los venidos de España y los criollos y criollas, perdiendo, no sólo el uso de la razón, pero el estima y el aprecio de las cosas de la fée y temen tan poco el morir muchos como si no la tuvieran, y de que tienen poca, tengo yo muy grandes argumentos”. Esta denuncia no impedirá a los jesuitas del Paraguay, especializarse en su producción y comercialización cuando tomen conciencia de que la yerba mate es además de “práctica diabólica”, la principal moneda de la tierra y, por lo tanto, su principal riqueza.


Antonio Lezama


LA HISTORIA QUE NOS PARIÓ

Ensayo sobre el origen de la idiosincrasia rioplatense.

Capítulo 3, página 52

martes, 4 de noviembre de 2008

EL AUTOR DEL HIMNO NACIONAL URUGUAYO

Nacido en Montevideo el 3 de septiembre de 1791 y fallecido en la misma ciudad el 6 de octubre de 1862. Es hijo del Tesorero de la Real Hacienda Jacinto Acuña de Figueroa. Por la posición de su padre cursa sus primeros estudios en el Convento de San Bernardino, y los termina en Buenos Aires en el Real Colegio de San Carlos, de donde vuelve en 1810 habiendo realizado estudios en Letras.

Pese a ser el autor de la letra de los himnos nacionales de Uruguay y Paraguay, no se adhiere a la causa independentista, sino que se mantiene leal a los gobiernos coloniales de Elío y Vigodet, y al caer Montevideo en 1814, con unos 25 años de edad, se exiliara a la Corte portuguesa de Río de Janeiro, donde desempeña funciones diplomáticas para España. Por el contrario su padre permanece en Montevideo, donde es confirmado en sus cargos por el nuevo gobierno dada su capacidad para el cargo.

Retorna a Montevideo en 1818, después de la caída de José Artigas, al quedar la ciudad bajo el dominio portugués, y ya pemanece allí. Además de su labor literaria, ocupa los cargos de Tesorero del Estado (sucede a su padre), miembro de la Comisión de censora de las obras teatrales ( en 1846), y Director de la Biblioteca y Museo Público (1840 - 1847).

ADIVINANZA


Con esférica figura,
de fuerte y lisa corteza,
del corvo rabo prendido,
nací arrastrado entre yerba.
Mi rubio color, a veces,
con obscuro tinte alteran,
y formando una boca
tripas y entrañas me llevan.
Con otras de amargo gusto
mi cóncavo vientre llenan
y, para gozar su quilo,
con agua hirviendo me queman.


Francisco Acuña de Figueroa

viernes, 24 de octubre de 2008

J. Simões Lopes Neto

O maior escritor regionalista do Rio Grande do Sul, nasceu em Pelotas, em 9 de março de 1865, na Estância da Graça, a 29 quilômetros da cidade e de propriedade de seu avô paterno, João Simões Lopes Filho

J. Simões Lopes Neto publicou três livros em vida, todos lançados em Pelotas, pela Livraria Universal: Cancioneiro Guasca (1910), Contos Gauchescos (1912), Lendas do Sul (1913). A julgar, porém, pelos sonhos literários que acalentou, sua bibliografia era para ter sido bem mais volumosa. Ele próprio chegou a anunciar, por intermédio de seu editor, a existência de nada menos de seis outros livros, dois "a sair" (Casos do Romualdo e Terra Gaúcha) e quatro "inéditos" (Peona e Dona, Jango Jorge, Prata do TaióPalavras Viajantes).
Embora as expressões "a sair" e "inéditos" estejam a indicar que todos os livros já existiam, em originais, é fora de dúvida que apenas um - Casos do Romualdo - chegaria a aparecer em vida do autor, ainda assim na forma de folhetim, e, em livro, apenas em 1952. Passados quarenta e dois anos da morte do escritor, apareceria o primeiro volume de Terra Gaúcha (os originais do segundo volume foram extraviados). Temos assim que, dos seis títulos dados naquela ocasião, como "a sair" e "inéditos", somente Casos do Romualdo havia sido escrito, nenhum outro existindo na condição de obra pronta e acabada para ser composta e impressa ou para entrar efetivamente no prelo. Quantos aos demais, foi profudamente lamentável que não tivessem passado de projetos irrealizados, malogro esse que cresce de vulto em relação a Peona e Dona e a Jango Jorge, sonhados ambos nos moldes apaixonantes de romances regionalistas. Um caso... não do Romualdo, mas do próprio Capitão João Simões. Bastava ter continuado a dar trela a Blau Nunes, o vaqueano. Não lhe faltaria gênio criador. Nem estilo. O de sua marca e sinal daria soberanamente. E com fartura.
Morreu em 14 de junho de 1916, em Pelotas, aos cinqüenta e um anos, de uma úlcera perfurada. Para arrecadar algum dinheiro, Dona Velha fez um leilão de toda a documentação do marido, mas ninguém se interessou. Então toda a obra do escritor se dispersou entre colecionadores, bibliotecas e museus.
Atualmente, J. Simões Lopes Neto e sua prosa ultrapassam os limites territoriais .

http://pelotas.ufpel.edu.br/

MATE AMARGO, MUITO SÉRIO

…...........Já os peões apertam sobre a mangueira. Eu bato as palmas e corro, entusiasmado, para ajudar.

A recolhida vai entrar; nisto os dois machos volvem a cabeça para o campo, trocando a orelha, farejando alto.

- Vão disparar! Ataca!...

Não vê!... Um dos campeiros já está de laço armado, outro balanceia as boleadeiras, pronto para o repente...

- Orah! Orah! Orah!...

E entrou na encerra a soberba animalada.

Correm-se as varas da porteira; serena o tropel; os animais companheiros procuram-se; todos estavam molhados até os encontros; uns sacodem-se com violencia ou cheiram o chão, refolhando, e rebocam-se na terra revolvida e fresca; cruzam-se relinchos, coices, dentadas. Quase todas as cabeças, espantadas e curiosas, estão voltadas para a porteira; e na respiração ofegante e forte as ventas expelem rolos de vapor, do bafo; parece que os animais pitaram e estão atirando a fumaça dos cigarros!

O capataz, que tem se aproximado dá as suas ordens à peonada, que retira-se.

E voltando para mim:

- Eh! amigo! Tens muito serviço de campo, agora?

Não sei porque, mas no meio do meu contentamento - foi como um corisco! - de repente lembrei-me do colégio, do Mestrinho, da festa das bandeiras... E suspirei.

- Ah! seu Juca! disse. Que bom que eu fosse peão da estância... campeiro, domador!... Só assim não iria mais para o colégio... Não é?

O velho capataz deu dois últimos chupões à bomba, com esta revirou a erva na cuia e, vagarosamente, enquanto cevava um outro amargo, respondeu-me baixinho, porém muito sério:

- Amiguito! Não diga barbaridades!...


J. Simões Lopes Neto - (Do livro escolar "Terra Gaúcha", no prelo)

Fonte:
MOREIRA, Ângelo Pires. A outra face de J. Simões Lopes Neto : 1. volume. Porto Alegre : Martins Livreiro, 1983. 192p.

jueves, 23 de octubre de 2008

Um clássico.

— A la fresca!... que demorou a tal fritada! Vancê reparou?

Quando nos apeamos era a pino do meio-dia... e são três horas, largas!... Cá pra mim esta gente esperou que as franguinhas se pusessem galinhas e depois botassem, para depois apanharem os ovos e só então bater esta fritada encantada, que vai nos atrasar a troteada, obra de duas léguas... de beiço!...

Isto até faz-me lembrar um caso.. . Vancê nunca ouviu falar do João Cardoso?... Não?... É pena.

O João Cardoso era um sujeito que vivia por aqueles meios do Passo da Maria Gomes; bom velho, muito estimado, mas chalrador como trinta e que dava um dente por dois dedos de prosa, e mui amigo de novidades.

Também... naquele tempo não havia jornais, e o que se ouvia e se contava ia de boca em boca, de ouvido para ouvido. Eu, o primeiro jornal que vi na minha vida foi em Pelotas mesmo, aí por 1851.

Pois, como dizia: não passava andante pela porta ou mais longe ou mais distante, que o velho João Cardoso não chamasse, risonho, e renitente como mosca de ramada; e aí no mais já enxotava a cachorrada, e puxando o pito de detrás da orelha, pigarreava e dizia:

— Olá! Amigo! apeie-se; descanse um pouco! Venha tomar um amargo! É um instantinho.... crioulo?!...

O andante, agradecido à sorte, aceitava... menos algum ressabiado, já se vê.

— Então que há de novo? (E para dentro de casa, com uma voz de trovão, ordenava:) Oh! crioulo! Traz mate!

E já se botava na conversa, falava, indagava, pedia as novas, dava as que sabia; ria-se, metia opiniões, aprovava umas cousas, ficava buzina com outras...

E o tempo ia passando. O andante olhava para o cavalo, que já tinha refrescado; olhava para o sol que subia ou descambava... e mexia o corpo para levantar-se.

— Bueno! são horas, seu João Cardoso; vou marchando!...

— Espere, homem! Só um instantinho! Oh! crioulo, olha esse mate!

E retomava a chalra. Nisto o crioulo já calejado e sabido, chegava-se-lhe manhoso e cochichava-lhe no ouvido:

— Sr., não tem mais erva!...

— Traz dessa mesma! Não demores, crioulo!...

E o tempo ia correndo, como água de sanga cheia.

Outra vez o andante se aprumava:

— Seu João Cardoso, vou-me tocando... Passe bem!

— Espera, homem de Deus! É enquanto a galinha lambe a orelha!... Oh! crioulo!... olha esse mate, diabo!

E outra vez o negro, no ouvido dele:

— Mas, sr!... não tem mais erva!

— Traz dessa mesma, bandalho!

E o carvão sumia-se largando sobre o paisano uma riscada do branco dos olhos, como encarnicando...

Por fim o andante não agüentava mais e parava patrulha:

— Passe bem, seu João Cardoso! Agora vou mesmo. Até a vista!

— Ora, patrício, espere! Oh crioulo, olha o mate!

— Não! não mande vir, obrigado! Pra volta!

— Pois sim..., porém dói-me que você se vá sem querer tomar um amargo neste rancho. É um instantinho... oh! crioulo!

Porém o outro já dava de rédea, resolvido à retirada.

E o velho João Cardoso acompanhava-o até a beira da estrada e ainda teimava:

— Quando passar, apeie-se! O chimarrão, aqui, nunca se corta, está sempre pronto! Boa viagem! Se quer esperar... olhe que é um instantinho... Oh! crioulo!...

Mas o embuçalado já tocava a trote largo.

Os mates do João Cardoso criaram fama... A gente daquele tempo, até, quando queria dizer que uma cousa era tardia, demorada, maçante, embrulhona, dizia — está como o mate do João Cardoso!

A verdade é que em muita casa e por muitos motivos, ainda às vezes parece-me escutar o João Cardoso, velho de guerra, repetir ao seu crioulo:

— Traz dessa mesma, diabo, que aqui o sr. tem pressa!...

— Vancê já não tem topado disso?...

Simões Lopes Neto, Contos Gauchescos e Lendas do Sul.