miércoles, 2 de marzo de 2011

El primer mate de una uruguaya

LA RIDICULEZ

Creo que lo importante de este tema es cuando uno no se da cuenta de que está siendo ridículo. Porque si contamos con la capacidad de analizarnos, reconocernos, e incluso reírnos de nuestra condición, como en todas las áreas de la vida, todo se torna menos grave.

Hace una semana fue más o menos 25 de febrero, y yo a mis 32 años ese día me autocebé mi primer mate. Antes había tomado unos cuantos claro, pero siempre robados o convidados de otras personas amigas que me lo alcanzaban preparadito, yo absorbía, y al terminar lo devolvía para que otros siguieran con la tarea de la ronda. Yo jamás agarré un termo y le tuve que echar agua al pote ese.
Y creí haberme sentido un poco ridícula en aquel momento; al verme en esa situación, de yo solita estarme proporcionando la infusión, por primera vez en mi vida luego de tantos años de haber disfrutado mates que me hacían otros. Mi madre había terminado de desayunar, me preguntó si lo quería seguir tomando porque le quedaba como medio litro de agua caliente y el mate estaba precioso, nada gastado. Entonces me lo pasó. Así, entero, con termo y todo. Y ahí me dejó. A la deriva. Trabajando por mí misma.

Pero en nada se comparó a cuando esta mañana (sola en mi casa porque mi hija empezó la escuela), decidí preparar un mate de comienzo a fin. Yo misma. Desde el encendido de la hornalla hasta el armado de toda la cuestión con la yerba, la bombilla y el agua fría esa que hay que ponerle antes de empezar con el ciclo de chorros hirvientes. Entonces tuve mi momento de éxtasis de ridiculez. Me vi buscando en Google cómo se prepara un mate. Sí sí... y ahí me enteré que van no menos de dos tercios de yerba, de la montaña que hay que dejar hacia un lado tapando la boca con la mano y poniéndolo patas para arriba, de que después hay que mojar una parte pero no con el agua del termo porque si no se te quema la yerba, lo de que hay que esperar un rato y después incrustar la bombilla "hasta el fondo"... un sin fin de cosas que nunca hubiera descubierto sin ayuda pero que sospechaba que existían, ya que siempre que dicen "Voy a preparar el mate" hay todo como un ritual ahí de pasos a los cuales nunca había prestado demasiada atención, pero que percibía eran unos cuantos, por el rato largo en que la gente manipula los utensilios y los deja reposar y yo que sé qué antes de empezar a aspirar del bendito aparato.
Y acá estoy... a punto de googlear cómo es eso de "darlo vuelta" cuando se lava y el por qué de cuando se "tapa".

Valentina Gutiérrez Freire

http://laeradeljugo.blogspot.com/

Imagen:

http://www.arteyfotografia.com.ar/3925/fotos/177444/