domingo, 24 de mayo de 2009

DOMINGO SIN MATE



Elegía extra



Hoy
un domingo
como cualquier otro
uno de esos
que Dios ha reservado
para el mate
la radio despacito
para el amor
repetido en los parques
para el descanso
el vino
y el Estadio
para la dulce farra
de la siesta
precisamente hoy
un domingo cualquiera
debo abrir puertas
de silencio horrible
debo juntarme
con mi aburrimiento
debo enfrentar mi mesa
empecinada
asquerosa de tinta
y de papeles.
El sol allí cerquita
sucio domingo
pienso
yo a veces di consejos
claros como setiembre
yo me hice mala sangre
hasta la madrugada
¿y ahora qué?
ahora
espesos y rituales
Gardel y un alboroto
bajan del sexto piso
el sol va recorriendo
tranquilamente
el muro
y yo como un intruso
yo como una pieza
dislocada
yo frente al miedo
de la Ciudad Vieja
más allá del fervor
y el pesimismo
porque a mis dedos
ya
nadie los mueve
y quedan más planillas
más planillas
más inmundas planillas
todas
con siete copias.



Mario Benedetti

Poemas de la oficina (1953-1956)


http://www.literatura.us/benedetti/oficina.html



“Por aquella época aparecen también los Poemas de la oficina y recuerdo una página entera de Marcha en que Rodríguez Monegal adelantó una sección. Fue un impacto para Montevideo, nada acostumbrado a esa poesía accesible y conversacional, y no obstante rigurosa. Un hecho inédito se dará: con Benedetti resultaba fácil leer poesía en los ómnibus. “Es una lástima que no estés conmigo/ cuando miro el reloj y son las seis/ Podrías acercarte de sorpresa/ y decirme “¿Qué tal?” y quedaríamos/ yo con la mancha roja de tus labios/ tú con el tizne azul de mi carbónico”. ¡Oh, no es sublime! (ni trata de serlo). Pero rompe con naturalidad y encanto discreto la capa de albayalde que almidona tanta prestigiosa poesía de amor. Consecuencia inmediata: la tendera de Caubarrère y el estudiante de Academias Pitman se sintieron incluidos en el texto, no como de costumbre excluidos. Esa poesía cotidiana los ponía en el lugar que antes poblaban corzas y gacelas. (...) Mario consigue que la poesía ingrese en el comercio de los hombres. (...) La voz horizontal de Mario nos expresaba a todos, sin avillanarse ni regalarnos nada. Diciéndonos lo que todos sentíamos pero... nadie había dicho.

Hugo Alfaro


http://www.ucm.es/info/especulo/numero29/benedett.html




Imagen:

http://es.noticias.yahoo.com/fotos/diapositivas/fotos-mario-benedetti.html



2 comentarios:

Unknown dijo...

Querida Mateína_:
O este es un extraño caso de poesía concreta de Benedetti o te equivocaste en la fuente. Me lo llevo así como está para traducirlo al idioma terrícola y depués te cuento,
Santiago

mateína dijo...

Me olvidé poner que pertenece a
los poemas de la oficina:)