martes, 3 de marzo de 2009

LA ORTOPEDIA DE LOS POBRES


CONTRATAPA:

Para el poder médico del Novecientos toda la cultura popular era una monstruosidad higiénica: rancho y conventillo, sólo caldos de cultivos de la tuberculosis, tomar mate en común y concurrir “a la taberna”, fuentes de sífilis y alcoholismo; creer en los remedios caseros y en las hierbas medicinales, superstición. Se trató de convencer a los pobres de que su estilo de vida era un error científico, una deformidad que debía enderezarse mediante la ortopedia espiritual.

El cuerpo de los pobres fue objeto de aquel poder médico. Curado en los hospitales, se aprendía y experimentaba sobre él en la clínica; perseguido como el foco de todos los contagios que amenazaban al conjunto social, era apresado en la cárcel del Sifilicomio, donde se conducía a las prostitutas enfermas bajo custodia policial.

Este libro se propone revelar el orden mental y social establecido donde se cree está sólo la ciencia, tarea que puede ser saludable.



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