En la noche de fin de año de 1986 en TV3, Serrat interpreta "Amablemente", con letra de Iván Díez y música de Edmundo Rivero.
"La encontró en el bulín y en otros brazos... Sin embargo, canchero y sin cabrearse, le dijo al gavilán: "Puede rajarse; el hombre no es culpable en estos casos."
Y al encontrarse solo con la mina, pidió las zapatillas y ya listo, le dijo cual si nada hubiera visto: "Cebame un par de mates, Catalina."
La mina, jaboneada, le hizo caso y el varón, saboreándose un buen faso, la siguió chamuyando de pavadas...
Y luego, besuqueándole la frente, con gran tranquilidad, amablemente, le fajó treinta y cuatro puñaladas.
Para el poder médico del Novecientos toda la cultura popular era una monstruosidad higiénica: rancho y conventillo, sólo caldos de cultivos de la tuberculosis, tomar mate en común y concurrir “a la taberna”, fuentes de sífilis y alcoholismo; creer en los remedios caseros y en las hierbas medicinales, superstición. Se trató de convencer a los pobres de que su estilo de vida era un error científico, una deformidad que debía enderezarse mediante la ortopedia espiritual.
El cuerpo de los pobres fue objeto de aquel poder médico. Curado en los hospitales, se aprendía y experimentaba sobreél en la clínica;perseguido como el foco de todos los contagios que amenazaban al conjunto social, era apresado en la cárcel del Sifilicomio, donde se conducía a las prostitutas enfermas bajo custodia policial.
Este libro se propone revelar el orden mental y social establecido donde se cree está sólo la ciencia, tarea que puede ser saludable.
El uso en comunidad del mate-costumbre popular si las había-fue perseguido y se buscó legislar sobre el punto, tanto que se le consideró propagador de la la tuberculosis y la sífilis. En mayo de 1909, en una reunión que celebró la Sociedad de Medicina de Montevideo para discutir medidas de propaganda contra el mate, el médico Augusto Turenne propuso “aconsejar con buenas palabras y un garrote en la mano…debemos empezar por obtener de quien manda, disposiciones que hagan efectiva nuestra propaganda (…) si no es secundada por una disposición de orden superior que prohíba en absoluto el uso del mate colectivo”. De inmediato mocionó para que el Ministerio de Guerra y Marina prohibiese en todas sus dependencias-cuarteles, oficinas, navíos de guerra-el uso común del mate, iniciativa que fue aprobada por la Sociedad de Medicina. tal vez previendo una revuelta similar a los de los cipayos de la India británica en 1857, que hubiera sucedido por causas curiosamenteparecidas, el gobierno no aceptó esta sugerencia del poder médico.
Ante ello el radical Mateo Legnani revivió a su manera estas ideas en un proyecto de ley en 1922 sobre el mate. Por él se declara obligatorio el uso de la infusión de yerba mate entre el personal militar y policial, el reemplazo del “café te y mates usados actualmente, se prohibía absolutamente el uso del mate en toda la población ( por mate en este caso se entendía la yerba , la calabaza o recipiente y la succión por la bombilla) y se castigaba con una multa de diez a cien pesos o prisión equivalente a toda persona que cebe, toma u ofrezca mate”
El propósito no era entrometerse en la intimidad del hogar-donde se suponía se seguiría tomando mate con bombilla-sino justamente reducir a ese lugar su bebida: el mate será saboreado a solas, a escondidas, ya que el mate que perseguirá sin tregua el estado(…)es el mate público, el de las reuniones, el de las carreras de caballos, el de los fogones, el de las pulperías, el de los velorios, el de las visitas, el de los prostíbulos”, el que constituía vehículo de todas clases de “infecciones”.
José Pedro Barrán
Medicina y sociedad en Uruguay del novecientos
Tomo 2- La ortopedia de los pobres
Capítulo 4-El disciplinamiento sanitario-moral de los pobres
imagen: Esquina sureste de las calles Sarandí y Juan Carlos Gómez hacia fines del siglo XIX