sábado, 28 de abril de 2012

El matecito de las siete

Aspiro el aire de tu paso, tan sólo eso...
y emprendo, ciego, un leve abrazo: olor a viejo.

Si no pasaras esta tarde, tan sólo eso...
seguramente moriría tras tu silencio.

Donde alza vuelo tu figura, vuela mi pecho.
si en cada uno de tus pasos ya no hay consuelo.

las tardecitas en la puerta me tienen preso,
y el mate amargo de las siete guarda el secreto

de Coqui Ortiz, por Luna Monti y Juan Quintero.

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